domingo, 12 de junio de 2011

Carta 1.

Hola:
Sólo quería saber cómo estabas, anoche pensé en ti. Supongo que todo va bien, de haber habido algún problema alguien me habría avisado. Ya no pregunto a tus amigos qué tal estás ni cómo estás con ella, ni ellos saben la respuesta, os habéis separado tanto...Nunca pensamos que tú, siendo como eras, te enamorarías tanto de una persona como para depender de ella, y menos que lo hicieses tan rápido. Poco a poco yo también he aprendido a no necesitarte, a no llamarte cada día ni soñar contigo cada noche, creo que llegó un momento en el que todo cambió, me fui lejos de mi misma y de la gente que me importaba y de repente todo cambió. Perdí a gente que quería y dejé de tener ganas de un abrazo de ese chico bobo que me hizo sentir una princesa. Personas que conocía de hace mucho pero en las que nunca me había fijado se convirtieron en lo más importante para mi y hoy me atrevería a decir que sin ellas no hubiese llegado a lo que hoy soy. En mi forma de ser nada a cambiado, sigo queriendo ver a todo el mundo feliz aunque eso signifique estar yo un poco triste y mi sonrisa sigue siendo la misma. Creo que he crecido como persona y ahora me siento bien conmigo misma pero sigo siendo bajita. Este verano me he decidido a cambiar mi físico también, quiero salir a la calle con unos vaqueros y una camiseta blanca y sentirme guapa. Seguramente no te vea nunca más, para mi es difícil hasta decirlo pero mientras pase el tiempo todo parecerá fácil. Si el destino quiere llegará un día en el que vaya allí y paseando nos encontremos, puede que ni nos conozcamos pero si te acuerdas de quien soy dímelo, te preguntaré qué tal va todo y supongo que harás lo mismo y después recordaremos las poquitas horas que pasamos juntos. Es hora de decirte adiós, si te llega la carta recuerda que prometimos no olvidarnos nunca.

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