Mi personalidad se divide en dos… una parte es Paula, la otra Pau Happy.
Soy Paula cuando estoy en la playa, cuando la tranquilidad del mar inunda mi cuerpo y me hace sentir hasta el último hueso. Cuando todos los problemas se van con ese aire que todo lo llena en Roquetas, cuando esa humedad que siento al bajar del tren me riza el pelo de esa forma tan especial. Cuando veo a gente que echaba tantísimo de menos y conozco a gente sorprendente. Cuando no piso por casa y la libertad es mi ley de vida. Cuando las reglas del juego se basan en “SONRÍE Y SÉ FELIZ”. Cuando, por un tiempo, existe sólo una cosa que me haga llorar y esa cosa es coger un tren que me lleve lejos. Cuando mi sonrisa enamora y soy capaz de sentir amor. Cuando estoy más cerca suyo. Cuando llego a casa tarde y no pasa casi nada. Cuando las noches son lo más bonito del mundo y el cielo está inundado de estrellas. Cuando realmente siento que soy algo en el mundo, que mi vida significa algo para alguien, que si me muero a alguien le importaría, que formo parte de un grupo de personas en el cual todos entendemos lo difícil que es pasar un año sin ver a gente que quieres. También soy Paula en algunos momentos con algunas personas, pero eso no pasa a menudo por lo cual no es importante.
Soy Pau Happy el resto del tiempo, durante todo el año sé siempre que decir y que hacer si alguien me pide ayuda, estoy siempre disponible para el resto del mundo, nadie a mi alrededor está mal si yo puedo evitarlo, mis problemas dan igual, lo más importante del mundo es sacar buenas notas, mi cabeza la ocupa todo el mundo menos yo, intento solucionarlo todo, no dejo de pensar en mis hermanas, el tiempo “para mí” no existe y lo que opine el resto del mundo me tiene que dar igual.
La verdad es que el tiempo que paso en Almería es sólo para mí y que cada vez me arrepiento más de mi decisión pero supongo que si elegí quedarme fue por alguna razón aunque ahora no la encuentre. Me gustaría saber que habría pasado en el caso de haberme ido… creo que las cosas irían hoy mejor.
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